
11 de noviembre de 2024
MENSAJE DEL SECRETARIO CHARLTON MEGINLEY CON MOTIVO DEL DÍA DE LOS VETERANOS
BATON ROUGE, Luisiana.—El secretario del Departamento de Asuntos de Veteranos de Luisiana, Charlton Meginley, coronel retirado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, extiende hoy este mensaje a los veteranos de Luisiana en el Día de los Veteranos:
Todos recordamos dónde estábamos el 11 de septiembre; yo estaba en clase. Y como tantos otros estadounidenses, mientras veía lo que sucedía, supe al instante que, en cuanto terminara la carrera de Derecho, me uniría a la Fuerza Aérea.
Soy de Alexandria y, de niño, pasé mucho tiempo en la Base Aérea de Inglaterra. Además, crecí en una familia militar: uno de mis abuelos fue aviador y sirvió en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea, y el otro fue marinero y sirvió durante la Guerra de Corea. Mi padre tenía 34 años cuando se unió a la Guardia Nacional del Ejército para obtener la formación y la educación necesarias para sacar a su familia de la pobreza. Todos tenemos nuestros héroes —estos tres hombres son los míos— y su servicio fue una de las principales razones por las que me uní al ejército. En pocas palabras, me tocaba a mí.
Cuando ingresé en el Cuerpo de Abogados Generales de la Fuerza Aérea, pensé que serían solo unos años y que luego mi esposa y yo regresaríamos a casa. Jamás imaginé que haría carrera militar. Pero mi historia es solo una entre millones. Cada uno de nosotros que juramos defender la Constitución —un juramento que tan pocos estadounidenses han prestado— tiene una historia.
Hoy nos reunimos con profundo respeto para honrar la memoria de los hombres y mujeres que, con actos extraordinarios, vistieron heroicamente el uniforme de nuestras Fuerzas Armadas. En este Día de los Veteranos, les rendimos homenaje por su inmenso servicio, su profundo sacrificio y su firme compromiso con la defensa de los ideales fundamentales que conforman la esencia misma de nuestra nación.
Al reflexionar sobre los sacrificios de nuestros veteranos, no olvidemos que su compromiso trasciende los campos de batalla donde lucharon. Nuestros veteranos y miembros actuales de las fuerzas armadas se han mantenido y continúan manteniéndose firmes en la primera línea, no solo para defender nuestra preciada patria, sino también para proteger la sagrada Constitución que nos une como un solo pueblo.
Nuestros veteranos comprenden esta verdad profundamente. Lucharon con valentía no solo contra la tiranía en tierras lejanas, sino también por los ideales consagrados en nuestra Constitución. Desde la Guerra de Independencia hasta los conflictos actuales, los veteranos encarnan lo que significa defender con firmeza la libertad, incluso cuando el precio más alto debe pagarse. Esto implica participar en un diálogo civil constructivo, defender con audacia los derechos fundamentales de cada persona y garantizar que los valores de libertad, justicia e igualdad resuenen en nuestra vida cotidiana, no solo como palabras, sino como realidades para cada estadounidense.
También debemos seguir reconociendo las profundas dificultades que muchos veteranos enfrentan al regresar a casa: desafíos que nos recuerdan conmovedoramente que la lucha por la justicia y la dignidad nunca termina. Unámonos a la compasión y la solidaridad, comprometiéndonos a apoyar a nuestras comunidades de veteranos y a garantizar que reciban la atención y el respeto que tan merecidamente se han ganado.
Para algunos de nosotros, la batalla no termina al quitarnos el uniforme. Persisten luchas, visibles e invisibles. Pero así como permanecimos unidos en el campo de batalla, debemos permanecer unidos ahora en nuestras comunidades, apoyándonos mutuamente, ofreciendo nuestro apoyo y asegurándonos de que nadie recorra este camino solo. Mientras sea Secretario del Departamento de Asuntos de Veteranos de Luisiana, me comprometo a trabajar arduamente cada día para cumplir la misión de nuestro departamento: servir a quienes sirvieron.
A todos nuestros veteranos que hoy nos acompañan, y a quienes nos observan desde la lejanía, les ofrecemos nuestra más sincera gratitud por su servicio. Los sacrificios que ustedes y sus familias han hecho resonarán por siempre en nuestros corazones, y su legado nos inspira a proteger y valorar nuestra Constitución por las generaciones venideras.
Veteranos, gracias de corazón por su servicio. Siempre serán héroes de nuestra nación. Que Dios los bendiga, al gran estado de Luisiana y a nuestros Estados Unidos de América.
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